16 de mayo de 2009

Eterno Rebelde


Agh! Se traba en mi boca
el sabor amargo de la derrota,
no personal sino colectiva,
de estar rodeado de gente de sangre tibia.

Gente que no logra tomar partido,
ni para ayudar, ni para combatir al enemigo,
personas que se conforman con lo que les dan,
y se acobardan de tratar siquiera de intentar.

Gentes que quieren poco y ansían menos,
que buscan una vida común, y sin peros
acatan las ordenes de los que mandan,
y cesan de hablar cuando se les calla.

Estos infelices nos están condenando a ser
mediocres, pusilánimes, y jamás embellecer
nuestro futuro con laureles de triunfo y victoria,
por miedo a la derrota o por pasar pobres a la historia.

¿ Hay acaso acción mas noble que dejar atrás,
una vida de comodidades para ayudar a los demás?
¿ O de luchar para dejar un mundo mejor antes de partir,
y de tu heroica causa ser tu propio y glorioso mártir?

Pero no, gracias a unos pocos cobardes,
los mismos opulentos monarcas nos escupen sus alardes,
y se ríen en nuestros sucios y heridos rostros,
de nuestra eterna miseria, y nuestro impotente e inútil enojo.

Ovejas somos y ovejas siempre seremos,
mientras cobardes seamos, mientras no nos alcemos,
y así obligaremos a nuestros hijos y nuestros nietos,
a vivir una vida sin honor, sin justicia, y sin remedio.

Pero cuando llegue el momento de ajusticiarnos
y de tomar la bandera de la libertad entre hermanos,
no olvidemos que la balanza busca el equilibrio sola,
y con llantos y mentiras, evitaran caminar sobre la cuerda floja.

Así y todo no seremos peores que ellos,
por que ese camino transformo a tiranos, en plebeyos,
así que en vez de ser irracionales les daremos clemencia,
pero solo bajo nuestras miradas, en humillación y vergüenza.

Juntarán la basura de las bestias con las manos,
y con los dientes de los campos quitaran el grano,
bailaran desnudos bajo una lluvia de escupitajos,
y de noche sus ojos sentirán los picos de los crueles grajos.

Y así vivirán sus últimos y lastimosos días,
sintiendo y viviendo nuestras antiguas vidas,
comiendo solo el barro en nuestras botas,
y de lo que escurra del techo, tomaran verdes gotas.

Pero cuidado que si solo somos brutos y fuertes
el cambio dependerá más que nada de la suerte,
y solo los que hallamos aprendido y estudiado,
aseguraremos que los injustos sean desterrados.

Si ignorantes mantenemos a nuestras mentes
por estar ocupados o por vagancia simplemente,
seremos ciegos cuando se acerque un nuevo tirano,
y con una daga en la espalda seremos reemplazados.

Asi que seremos practicos pero jamás obsesivos, altruistas y generosos,
misericordiosos pero no estupidos, astutos pero no venenosos,
atentos pero no paranoicos, decididos y siempre valientes
tranquilos pero no ciegos, fuertes pero nunca ignorantes.

Y nuestros salvajes corazones jamás dejarán de palpitar,
con la eterna energia del que ante la injusticia se quiere rebelar,
y seremos siempre la dolorosa espina en el ojo de los opresores,
o moriremos heroes, para hacer arder la sangre de nuestros sucesores.

Por Valandil (A.C.) .

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Heimdall

Heimdall
El Guardián,El Eterno Vigía del Bifrost, El Del Cuerno